11 enero 2011

Del engorroso trámite del cambio de año

Pues bien el 2010 llegó a su fin y llega a buen termino otra etapa de este largo camino al que suelo llamar "mi vida".

A grandes razgos terminó mucho mejor que el año pasado, y es que en muchos aspectos, incluso, al final, haciendo (cosa que me revienta la madre) un balance, creo que salí ganando, no pretendo ahondar en detalles, solo diré que viniendo de mí hacia mí, significa mucho.

No soltaré la tan trillada frase (y que también me revienta) "A ver que depara este año", como si de un día para otro la vida cambiara de temporada, como serie de tv gringa, no, mis problemas y planes seguirán en el mismo estado que en el 2010; el año nuevo es solo un trámite, una tradición que data de hace un chingo de tiempo y que nos sirve principalmente para colgar en la pared de la cocina el calendario de la carnicería "La Chuchis".

En fin les deseo (en la medida de lo posible) un año lleno de aquello que los hace sonreír.


1 comentario:

Shaula dijo...

Una transición, como la que se vive cada Fin de año, no es la gran cosa.
Termina un ciclo de 365 días en los cuales, pudimos ser mejores y a su vez, empieza otro con la promesa de poder ser mejores todavía.

Qué bueno que contrario a tus buenas costumbres, el balance te mostrara un superávit.

Que siga así!