08 junio 2014

Pasiones enfermizas

                         

La gente que para su buena o mala fortuna (según sea el caso) me conoce, sabe bien que tengo dos pasiones que llegan a ser casi enfermizas, una de ellas es la música. 

Aún recuerdo como llegué a gastarme parte del dinero de unos libros de la secundaria para comprarme un disco, en aquel entonces solo erán discos y no tenían esa definición tan retro de "viniles", con el tiempo y después de décadas de ir almacenando música en todos los medios existentes llego la idea de compartir parte de esa colección que fácilmente supera las trescientas mil canciones en formato de podcasts. 

Así fué como comencé la elaboración (muy rudimentaria, por cierto) de podcasts, al principio fué divertido hacer el guión, escoger la música y todo lo que conlleva embarcarse en algo así.

Posteriormente decidí incorporar mi otra pasión enfermiza, la lectura y la escritura, ahí fué cuando el proceso se fue tornando más difícil, no por el hecho de escribir lo que quería transmitir, sino porque no podía expresar todo lo que quería.

Fué en esta parte cuando esa idea de los podcasts volvió a mutar, comencé a seleccionar textos de mis escritores favoritos y combinarlos con canciones, creo que fué la mejor parte de ese proyecto, logré que varías personas disfrutaran los veinte a treinta minutos que dura cada uno de ellos.

Incluso hay una propuesta de hacer algo con una de las voces mas embriagantes y deliciiosas que he escuchado, tengo pendiente la elaboración de un podcast que me solicito una muy querida amiga con letras de Antonio Gala y al margen quiero decir que me emociona tratar de imprimir esa pasión de su obra en la voz.

En esta parte del camino ya perdí la cuenta de todas las sensaciones que me ha despertado escuchar una buena canción o leer un buen libro, pero lo que nunca podré dejar de lado es la emoción escuchar un nuevo disco (para mi siempre serán discos aunque lo compre en iTunes) de mis grupos favoritos o leer un buen libro (esos si los prefiero de manera tradicional, los e-books no son lo mío) que haga que este cansado corazón siga soñando.