24 noviembre 2007

Viernes día de vuelo



Sentado en la mesa de una cafetería en esta tarde de cielo gris (quizás la mas solitarias de todas las tardes), puedo sentir que mi mente desquiciada, desbocada de dudas logra descansar, este es uno de los pocos lugares en esta ciudad donde puedo sentir ese alivio, todo es cuestión de sentarme y dejar pasar el tiempo completando los diálogos que dejamos incompletos, pequeños trozos de frases y conversaciones que van completando esas charlas.
Así acompañado de una taza de café, y entre sorbo y sorbo, palabra tras palabra se va completando poco a poco la historia inconclusa.
Es curioso observar como aunque trate de darle un tratamiento diferente termina siempre con el mismo final.
Y sigue pasando el tiempo con la lentitud y decadencia acostumbrada, es agradable la sensación de sentirme el guionista, fotógrafo y director de mi obra, rodeado de escenas y frases aderezadas con música y diálogos, acompañado de mi inseparable taza de café que como tantas veces ha hecho pasar mis silencios y mis paranoias al oscuro túnel del olvido, aunque desgraciadamente aun no logro olvidarte.

No hay comentarios.: