El día 11 de
este mes arribé al cuarto decenio de existencia, de lo primero de lo que me di
cuenta es que es de miedo levantarte y saberte un "cuarentón"
(palabra aterradora, pinchurrienta y despectiva que debería desaparecer de
nuestro léxico) y es que, si cumplir treinta y nueve era difícil ahora imaginen
llegar a los cuarenta (cuatro-cero), los dos últimos años estuvieron bien
(pinches) intensos, viaje un montón (lo sigo haciendo), aprendí mucho (ese
proceso nunca termina), reflexione otro tanto (la historia de mis días),
redescubrí los placeres simples de la vida (caminar y dejar que la lluvia cale
hasta los huesos) y me arriesgue a dar un paso (difícil y al parecer definitivo)
en mi vida.
Todo se conjunto
para lograr que me deshiciera de muchas cosas que venía cargando desde hace
mucho tiempo, siempre he pensado que conforme pasa el tiempo uno va cargando
mas equipaje (familia, responsabilidades, trabajo y un largo etc.) que hace que
los engranes continuamente se tengan que ajustar o engrasar para que sigan
funcionando de manera óptima.
Sigo siendo el
mismo hiperactivo con desorden obsesivo compulsivo y depresivo de siempre, solo
que ya me doy el tiempo de dedicarle más tiempo a las cosas que valen la pena,
a escuchar esos discos que nunca escuche antes y que ahora son mi compañía
mientras manejo por la interminable carretera, pero lo más importante, estoy
conviviendo más tiempo con mis hijos, no veo ya a mis amigos (por la distancia)
y en veces me siento excluido cuando leo que se reúnen y no puedo estar con
ellos, podría decir que lo que más echo de menos son a mis padres, porque a
pesar de que ya tengo cuarenta, sigo necesitando sus consejos y su presencia
como cuando tenía cinco.
De lo primero
que me he percatado (y no necesitas llegar a los cuarenta para darte cuenta) es
que en esta década todo lo que abusaste a tu organismo en las pasadas tres se
te carga bien cabrón (con todas y cada una de sus letras y el acento en la o) todo
lo que aprendiste, creíste y te bien alimentaste (o mal según sea el caso)
durante la infancia y adolescencia con tu familia, todo lo que te chingaste
(con todas sus letras, ch incluida) durante tus veintes y tus estudios
universitarios y lo que lograste hacer en tu vida profesional, laboral y
amorosa (sexo incluido) durante los treintas se te regresa, ya sea a cobrarte
factura o a felicitarte por tu buen comportamiento.
En mi caso
particular puedo decir que aun tengo (muchas) facturas que pagar y como defensa solo diré
que lo disfrute y si pudiera lo volvería a hacer.
Últimamente he
tratado de ser más tolerante con mi entorno (sigo sin soportar la mala
ortografía y esa basura llamada reggaetón), quiero darme la oportunidad de
escribir mi libro de cuentos, tratar que esas ideas que dejo a medias en la
agenda, libreta, incluso en servilletas o papelitos cuajen en algo sólido, pero
sobre todo, quiero ser feliz, no a mi manera o a medias, sino plenamente.
Tengo
cuarenta años y diez días, sigo siendo el mismo: Ermitaño, neurótico,
sarcástico, aferrado, parrandero, juguetón, de conductas transgresoras, con un
carácter insoportable e intransigente, de ideas disparatadas y ocurrencias en
ocasiones irritantes e incluso paranoicas, en resumidas cuentas “Cínico”.
En trescientos cincuenta y seis días (recordemos que ya
pasaron diez) alcanzare la famosa edad difícil y ya les estaré contando cómo me
fue en mis primeras cuatro décadas.
3 comentarios:
Ojala yo llegue a esa tranquilidad en 10 años... seguimos compartiendo frustraciones, pero te veo contento con ellas.
Me da gusto que estes disfrutando asi tu vida...
Besos :)
Creo que ya te lo dije pero...me gusta y en ciertas cosas me identifico mucho contigo..a pesar de las diferencias que nos separan, tú sabes a que me refiero...
Sinceramente admiro a las personas que a pesar de las idas y venidas de la vida, a pesar del tiempo e incluso de la familia,se siguen manteniendo auténticos...eso para mí vale más que muchas cosas...porque significa que no importa a donde vaya la marea...siempre, siempre, siempre seguirás fiel a tu propia marea y a tus propias convicciones...
Sinceramente...no concibo una vida dichosa y plena sin la autenticidad del carácter..y creo que hasta ahora lo has conseguido...
En horabuena...
Saludos, un Abrazo y un Beso ;D...
Mi Querido Al...
Qué te digo que no te haya dicho ya?! Vivir nos da la oportunidad de equivocarnos, regocijarnos en nuestro error, rectificar -sí queremos- y... Seguir adelante gozoso, grande, fuerte y... Sereno.
Corazón, la edad del pato te sienta fenomenal y créeme, te falta aun mucho por 'mal.gastar'. Gracias por compartir(te)
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