21 agosto 2012

Cuatro-Cero


El día 11 de este mes arribé al cuarto decenio de existencia, de lo primero de lo que me di cuenta es que es de miedo levantarte y saberte un "cuarentón" (palabra aterradora, pinchurrienta y despectiva que debería desaparecer de nuestro léxico) y es que, si cumplir treinta y nueve era difícil ahora imaginen llegar a los cuarenta (cuatro-cero), los dos últimos años estuvieron bien (pinches) intensos, viaje un montón (lo sigo haciendo), aprendí mucho (ese proceso nunca termina), reflexione otro tanto (la historia de mis días), redescubrí los placeres simples de la vida (caminar y dejar que la lluvia cale hasta los huesos) y me arriesgue a dar un paso (difícil y al parecer definitivo) en mi vida.
   
Todo se conjunto para lograr que me deshiciera de muchas cosas que venía cargando desde hace mucho tiempo, siempre he pensado que conforme pasa el tiempo uno va cargando mas equipaje (familia, responsabilidades, trabajo y un largo etc.) que hace que los engranes continuamente se tengan que ajustar o engrasar para que sigan funcionando de manera óptima.

Sigo siendo el mismo hiperactivo con desorden obsesivo compulsivo y depresivo de siempre, solo que ya me doy el tiempo de dedicarle más tiempo a las cosas que valen la pena, a escuchar esos discos que nunca escuche antes y que ahora son mi compañía mientras manejo por la interminable carretera, pero lo más importante, estoy conviviendo más tiempo con mis hijos, no veo ya a mis amigos (por la distancia) y en veces me siento excluido cuando leo que se reúnen y no puedo estar con ellos, podría decir que lo que más echo de menos son a mis padres, porque a pesar de que ya tengo cuarenta, sigo necesitando sus consejos y su presencia como cuando tenía cinco.

De lo primero que me he percatado (y no necesitas llegar a los cuarenta para darte cuenta) es que en esta década todo lo que abusaste a tu organismo en las pasadas tres se te carga bien cabrón (con todas y cada una de sus letras y el acento en la o) todo lo que aprendiste, creíste y te bien alimentaste (o mal según sea el caso) durante la infancia y adolescencia con tu familia, todo lo que te chingaste (con todas sus letras, ch incluida) durante tus veintes y tus estudios universitarios y lo que lograste hacer en tu vida profesional, laboral y amorosa (sexo incluido) durante los treintas se te regresa, ya sea a cobrarte factura o a felicitarte por tu buen comportamiento.

En mi caso particular puedo decir que aun tengo (muchas)  facturas que pagar y como defensa solo diré que lo disfrute y si pudiera lo volvería a hacer.  

Últimamente he tratado de ser más tolerante con mi entorno (sigo sin soportar la mala ortografía y esa basura llamada reggaetón), quiero darme la oportunidad de escribir mi libro de cuentos, tratar que esas ideas que dejo a medias en la agenda, libreta, incluso en servilletas o papelitos cuajen en algo sólido, pero sobre todo, quiero ser feliz, no a mi manera o a medias, sino plenamente.

Tengo cuarenta años y diez días, sigo siendo el mismo: Ermitaño, neurótico, sarcástico, aferrado, parrandero, juguetón, de conductas transgresoras, con un carácter insoportable e intransigente, de ideas disparatadas y ocurrencias en ocasiones irritantes e incluso paranoicas, en resumidas cuentas “Cínico”.

En trescientos cincuenta y seis días (recordemos que ya pasaron diez) alcanzare la famosa edad difícil y ya les estaré contando cómo me fue en mis primeras cuatro décadas.

3 comentarios:

bet dijo...

Ojala yo llegue a esa tranquilidad en 10 años... seguimos compartiendo frustraciones, pero te veo contento con ellas.

Me da gusto que estes disfrutando asi tu vida...

Besos :)

Miya dijo...

Creo que ya te lo dije pero...me gusta y en ciertas cosas me identifico mucho contigo..a pesar de las diferencias que nos separan, tú sabes a que me refiero...

Sinceramente admiro a las personas que a pesar de las idas y venidas de la vida, a pesar del tiempo e incluso de la familia,se siguen manteniendo auténticos...eso para mí vale más que muchas cosas...porque significa que no importa a donde vaya la marea...siempre, siempre, siempre seguirás fiel a tu propia marea y a tus propias convicciones...

Sinceramente...no concibo una vida dichosa y plena sin la autenticidad del carácter..y creo que hasta ahora lo has conseguido...

En horabuena...

Saludos, un Abrazo y un Beso ;D...

Shaula dijo...

Mi Querido Al...
Qué te digo que no te haya dicho ya?! Vivir nos da la oportunidad de equivocarnos, regocijarnos en nuestro error, rectificar -sí queremos- y... Seguir adelante gozoso, grande, fuerte y... Sereno.
Corazón, la edad del pato te sienta fenomenal y créeme, te falta aun mucho por 'mal.gastar'. Gracias por compartir(te)