Que lejos van quedando mis recuerdos, que lejos me siento de mi tierra, esa que me vio enamorarme por vez primera, que lejos ha quedado el sentido de pertenencia, no sé si algún día pueda volver a cruzar esas viejas calles de piedra de camino a casa.
Que ganas de llegar a casa y comer con mis padres, como cuando niño, que ganas de volver a vivir ese 1984, de volver a dormir acompañado por la luz de esa pequeña lampara, de robarme el auto de papá para ir a comprar cualquier pendejada a la tienda y ver a Isela, siempre tratando de llamar su atención, a pesar de los años aun recuerdo el brillo de sus ojos, o del viejo gruñón que vivía a tres puertas de mi casa, como me platicaba cosas de cuando era joven, hoy entiendo esa nostalgia de don José,
Que lejos van quedando los amigos, que ganas de sentir esa tranquilidad que da el verse reflejado en una cara conocida.
Que lejos tierra mía, que lejos...
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